No dejes que el tiempo te maneje. En primer lugar, debes velar por la sensación de que tienes tiempo. Cuando en tu mente pones el pensamiento de que no tienes tiempo, te bloqueas.
Todo el mundo tiene sólo 24 horas, ya sea el primer ministro o un empleado que trabaja en el banco. Aférrate a este aforismo “puedo hacerlo” porque la presión del tiempo es mayor cuando no crees ser capaz de realizar tu trabajo. Incluso cuando parece imposible, debes tener confianza; probablemente darle una oportunidad a los milagros. Esta misma confianza en ti mismo: “soy capaz de de gestionar”, te conducirá en el proceso. Y una vez que algo es parte de tu rutina, no tendrás ningún problema.
Todos se toman el tiempo para cepillarse los dientes. Es parte de la higiene dental, ¿verdad? Sin importar cuán ocupado estás, no dices: “Tengo que correr a la oficina” y saltas de la cama, te calzas los zapatos y corres. ¡No! Te tomas el tiempo para cepillarte los dientes, que es la higiene dental. Del mismo modo, te diría que destines unos minutos a la higiene mental (meditación). Cuando se ajusta a tu rutina, deja de ser algo extra que debes hacer. Durante 10-20 minutos, relájate y practica algunas asanas de yoga, entonces refrescarás tu mente.