El tiempo y el espacio son infinitos. Los granos de arena son incontables. Los átomos en el universo son innumerables. Así son las estrellas, las galaxias. Lo mismo sucede con la vida en este planeta. No hay principio y tampoco un fin, porque es esférica. Una esfera no tiene principio ni fin, ni meta, ni dirección. La verdad no tiene dirección, ni meta. La verdad en sí misma es la meta, y la verdad es infinita.
Hoy es Diwali, el Festival de las Luces. Las calles y los edificios están iluminados con luces de colores.
Los cuatro aspectos de Diwali:
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Las luces: símbolo de difundir el Conocimiento.
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Los fuegos artificiales: cuando la explosión externa sucede, se difunde la explosión interna.
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Intercambio de regalos y reparto de golosinas: lo dulce disipa lo amargo y renueva la amistad.
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Sentimiento de abundancia: trae consciencia y gratitud por lo que uno tiene.
Cuando la verdadera sabiduría aparece, eleva la celebración, y en la celebración puedes perder el foco o la conciencia. Los rishis antiguos sabían esto de modo que, mantén la conciencia en medio de la celebración, ellos recuperaban lo sagrado y el puja en cada celebración.
Celebra el conocimiento y siente la abundancia, que “a aquellos que tienen, más les será dado.”