El canto de mantras crea un amiente de positividad y sacralidad. Los mantras también producen un impacto en el nivel sutil. Las personas tienen un cuerpo burdo, que es el cuerpo físico, un cuerpo sutil, que es 1,5 veces más grande que el cuerpo físico, y un cuerpo causal ( Karana Sharira), que es 1.000 veces más delicado y sutil que el propio cuerpo sutil. Así pues, tenemos tres tipos de cuerpos. Cuando el cuerpo sutil se contrae y se hace más pequeño que el cuerpo burdo, la persona se siente inquieta y desdichada. Cuando el cuerpo sutil se reduce aún más, `pierde el equilibrio mental y piensa en suicidarse. Ésta es la causa madre de los suicidios
Cantando mantras, hacienda pranayamas y meditando el cuerpo sutil aumenta su tamaño y también se fortalece. Cuando el cuerpo sutil es fuerte, uno aparenta estar normal (físicamente). Cuando el cuerpo sutil se expande mucho más allá de sus límites habituales, la persona se siente inmersa en felicidad. Y cuando el cuerpo sutil se amplía aún más, se torna más y más delicado y se fusiona o se hace uno con el cuerpo causal. Es entonces cuando se alcanza el Mosa (la liberación o salvación)