Cuando hay paz interior, entonces llega la fortaleza y ya no sientes temor a nada. Cuando tus intenciones son correctas y tu corazón está en el lugar correcto, entonces sabes con certeza interior que puedes hacer lo que deseas. Este es el verdadero servicio desinteresado.
En los últimos días, hay miles de niños y mujeres atrapados en Iraq sin alimento ni medicina. Nuestros voluntarios e instructores están constantemente pensando cómo obtener ayuda material para la región. También están en negociación con el ejército para lograr hacer llegar el suministro necesario a las personas afectadas. Esto demuestra cuán comprometidos están nuestros voluntarios e instructores. Ellos comprenden la pena y el dolor de la gente y es por eso que han ido a prestar servicio en un contexto tan peligroso.
Han recolectado cerca de 80 toneladas de alimento y aguardan el permiso para entrar en Faluya (ciudad iraquí ubicada a 69 kilómetros de Bagdad).
Esta es la valentía y el servicio. Ya sabes, el servicio para nosotros es natural, no estamos haciendo un esfuerzo ni pensando: 'Oh, estoy haciendo un gran servicio”. No. Lo hacemos porque no podemos dejar de hacerlo. Eso es todo.