El Ayurveda difiere de otras disciplinas médicas de diversas maneras. El alivio de los síntomas de una enfermedad no es considerado un tratamiento completo. El Ayurveda considera los síntomas como parte del cuadro presentado por el paciente; su objetivo no es eliminar los síntomas. Se concentra en establecer y mantener el equilibrio de nuestras energías de vida, en lugar de poner el foco en los síntomas individuales. En otros sistemas, en los que puede prescribirse un medicamento para aliviar el síntoma, como por ejemplo un dolor de cabeza persistente, la enfermedad subyacente puede continuar intensificándose y propagarse como la cepa de un órgano, provocando otro trastorno mientras la situación empeora.
Según el Ayurveda, un tratamiento efectivo es aquel que restablece la salud y previene la recurrencia de la enfermedad. También se concentra en cada paciente y es único. El tratamiento depende de cómo la constitución, la personalidad, la historia y el estilo de vida de una persona la ha llevado a su actual malestar. Cada síntoma es examinado en términos del desequilibro o la desarmonía al que apunta y se deja al descubierto la verdadera causa del problema. El Ayurveda luego educa al paciente para que comprenda su cuerpo, y cómo sus pensamientos, acciones y estilo de vida en general han afectado su salud; se le muestra cómo vivir de acuerdo con las propensiones y susceptibilidades de su cuerpo, así como a estar en armonía con el medio ambiente y las leyes de la naturaleza.
Hay tres tipos de roga (enfermedades)
- Nija roga: mala salud causada por el desequilibro de los tridoshas, como consecuencia de un hábito de vida y una dieta inadecuados.
- Agantu roga: enfermedades causadas por envenenamiento, agua, fuego, heridas y enfermedades infecciosas.
- Manasika roga (enfermedades mentales): las causas principales de las enfermedades mentales son los anhelos y las aversiones. La ira, la tristeza, el miedo, el odio, los celos y la ambición conducen a problemas psicológicos.