La respiración de las fosas alternadas, simple y poderosa

La respiración de fosas alternadas

Antes y después de meditar, durante un día agitado, luego de hacer yoga o incluso antes de ir a dormir, la respiración de las fosas alternadas es una buena opción para pacificar la mente y liberar la fatiga acumulada. En sánscrito se la llama Nadi Shodhan, dado que ayuda a remover la energía bloqueada en los canales sutiles del cuerpo. Nadi significa canal de energía y shodhan es limpieza o purificación.

Es uno de los pranayamas (técnica de respiración) que puede aplicarse en cualquier momento del día y que tiene múltiples beneficios. Además de brindar una relajación instantánea y mantener la temperatura corporal, equilibra los dos hemisferios del cerebro: el izquierdo, encargado de las funciones del habla, la escritura, las matemáticas y la lógica; y el derecho, dedicado al plano emocional, sentimental y creativo.  

Unos pocos minutos de práctica diaria también contribuyen a traer la mente al momento presente, más allá de las oscilaciones y enrosques continuos entre el pasado y el futuro.

Paso a paso, cómo hacer la respiración

1.    Sentate cómodamente con la columna recta y los hombros relajados. Podés mantener una sonrisa gentil en la cara.

2.    Colocá tu mano izquierda en la rodilla, con la palma abierta mirando hacia arriba.

3.    Ubicá los dedos índice y mayor de la mano derecha en el entrecejo. Utilizaremos el dedo anular y el meñique para abrir o cerrar la fosa nasal izquierda y lo mismo haremos con el pulgar para la fosa derecha.

4.    Empecemos. Tapá con el pulgar la fosa nasal derecha y exhalá suavemente a través de la fosa nasal izquierda.

5.    Ahora respirá desde la fosa nasal izquierda. Luego presioná suavemente la misma con el anular y exhalá por la fosa nasal derecha, retirando el pulgar.

6.    Inhalá desde la fosa nasal derecha y exhalá por la izquierda. De esta manera, se completó una ronda entera de Nadi Shodhan.

7.    Continuá inhalando y exhalando alternadamente hasta completar nueve rondas. Después de cada exhalación, recordá inhalar por esa misma fosa por la cual exhalaste. Mantené tus ojos cerrados y seguí tomando respiraciones largas, profundas, sin hacer ningún esfuerzo.

8.    Este pranayama ayuda a relajar la mente y a dejarla en un estado meditativo. Entonces, es una buena idea meditar después de hacer Nadi Shodan o quedarse quieto unos minutos, contemplando el cuerpo y la mente.

 

A tener en cuenta:

●     No fuerces la respiración, mantené el flujo suave y natural. No respires desde la boca ni hagas algún sonido. 

●     Colocá los dedos muy suavemente en la frente y la nariz. No es necesario aplicar una presión extra.

●     Es preferible practicar la técnica con el estómago vacío, de dos a tres veces por día.

 

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