La mente es simplemente la proyección del alma. El alma es tu consciencia absoluta, tu fuerza vital. Aquello a través de lo cual me estás escuchando, haciéndome una pregunta y, percibiendo es la mente. Así pues, si tu mente está en otra parte, aunque yo esté hablando y mis palabras entren en tus oídos, no tendrás noción de lo que digo. Vemos, olemos, degustamos, oímos y experimentamos el tacto a través de la mente. Todo eso lo hace la mente.
La mente tiene, además, otra función, a la que llamamos intelecto. Mientras yo hablo, algo en ti está diciendo “Sí, concuerdo” o “ No, no estoy de acuerdo con esto” Hay algo en ti que acepta, rechaza, juzga y capta. Ese es el intelecto..
Nuestra existencia consta de siete capas: cuerpo, respiración, mente, intelecto, memoria, ego y alma.. Fíjate que respiramos continuamente pero muchos de nosotros no somos conscientes de que respiramos salvo que nos sobrevenga un ataque de asma u otro problema. No nos damos cuenta de lo importante que es para nosotros respirar profundamente.
Cuerpo, respiración, mente, intelecto, memoria, ego, y alma o ser. El ser es la consciencia total. Hay algo en ti que no cambia, que es el punto de referencia de todos los cambios. Tus pensamientos cambian, tus emociones cambian, tu cuerpo ha cambiado mucho, Si miras una foto de hace 25 años, no puedes decir que ahora tienes el mismo cuerpo de entonces. Es muy diferente del actual, pero, aun así, eres la misma persona. Así pues, hay algo en ti que no cambia a pesar de todos los cambios. Ese aspecto inmutable de tu persona o el punto de referencia que no cambia y que te permite reconocer cambios y decir “esto está cambiando” es el alma..
¡Cuando profundizamos en este tema es asombroso, asombroso y más asombroso! Se abre todo un panorama frente a ti.. Y la forma de profundizar en este tema es meditando.