¿Cómo jóvenes, que es lo que más queremos para nuestra vida? ¿La felicidad esta ciertamente en la lista, correcto? ¿Qué es lo que nuestros padres quieren para nosotros? La felicidad, ¿no es así? ¿Entonces, cuando tenemos el mismo objetivo, porque es que terminamos teniendo relaciones ásperas con ellos? ¿Cuál es la raíz de la brecha en la comunicación que se crea?
El objetivo es el mismo, pero hay numerosos caminos. Hay una diferencia en la forma de ver las cosas entre nosotros y nuestros padres y a veces sentimos que ellos no nos entienden. Nos gusta explorar la vida, mientras que nuestros padres nos aconsejan basados en sus propias experiencias. Un delicado balance debe mantenerse y con la meditación, nos hacemos más conscientes y hábiles en hacer las elecciones que generan un balance
Hay momentos en los cuales podremos sentirnos temerosos en compartir nuestros objetivos y sueños con nuestros padres, con miedo por como puedan reaccionar o sin la confianza de poder explicarles lo que queremos hacer. No podemos escaparnos de tener distintos puntos de vista. Pero cuando meditamos, podemos comunicarnos pacífica y hábilmente. Cuando estamos en calma, la tendencia a reaccionar se reduce y es menos probable que se termine en una disputa con ellos. También desarrollamos el coraje de sostener nuestras decisiones.
Recientemente un joven de 19 años, nos compartió: “Siempre he querido ser un cantante pero dude en compartirlo con mi padre porque él quería que fuera un ingeniero. Una mañana luego de meditar, lo confronte y luego de una larga discusión de 5 horas, finalmente lo acepto y me permitió estar en la banda musical que quería. Esto fue solo posible porque medite y pude con calma explicarle que estando en la banda me haría feliz.”
Nuestros padres tienen una asombrosa habilidad de entendernos solo por nuestras expresiones. Nos comparte Sakshi Arora, madre de un pequeño niño: “Como adolescente, siempre sentí que mis padres nunca me entendían. Pero ahora con mi bebe que aún no ha aprendido a hablar, puedo entenderlo a través de los movimientos de su cuerpo y sus expresiones. He podido así ver que los padres tienen un gran entendimiento de sus hijos ahora que yo misma soy madre.”
El amor de nuestros padres por nosotros nunca disminuye. Su amor siempre tiene una muy buena intención, pero tal vez no tiene la expresión más apropiada. Por ejemplo cuando ellos dicen, “ven temprano a casa,” su interés es nuestra seguridad, pero uno siente una falta de libertad. La meditación alimenta la habilidad de reconocer las buenas intenciones y aceptar su expresión con una sonrisa. También construye la confianza en nosotros, de que lo que nos dicen es para nuestro bien.
¿Si vemos la vida desde una perspectiva más amplia, cuanto tiempo pasamos conociendo a nuestros padres? ¿40 – 50 años? Tiene sentido estar infelices con ellos; ellos son dos personas que siempre estarán con nosotros en cualquier situación. En este corto tiempo de vida, podemos caminar hacia nuestros objetivos en armonía con la ayuda de un poco de meditación – el hilo vinculante en la relación con nuestros padres.
Tiempo de Meditación = Tiempo de Calidad
Pasando algo de tiempo de calidad con tus padres seguramente fortalezca tu relación con ellos. Crea un tiempo cada día donde todos puedan meditar juntos. Podría ser en la mañana antes de que todos salgan para sus trabajos o por la noche cuando han retornado todos. En momentos donde estas teniendo un poco de asperezas en tu relación, la práctica diaria de la meditación servirá como un lubricante. Cuando elijas un lugar para meditar, asegúrate que este prolijo y sea cómodo, y libre de distracciones. Esto te permite entrar más profundamente en tu práctica.
¡También puedes venir y aprender a meditar en el curso YES!+. Es un curso hecho a medida de los jóvenes que te ayuda a enfrentar los desafíos con habilidad. A continuación hay comentarios de algunas experiencias de participantes en este programa.
Abhishek Dawar, 24 años
“El curso Yes+ me ha ayudado a construir un mejor e inseparable vínculo con mis padres. Ahora somos como amigos, compartimos nuestra felicidad y problemas entre todos. La meditación me ayuda a estar calmo y relajado lo cual me hace comprender a mis padres. Ahora, todos meditamos juntos diariamente y esto hace nuestra relación mucho más especial.”Khushboo Aggarwal, 30 años
“Ser padre es un gran servicio, a la vez que la relación con los padres se da por sentada en comparación con otro tipo de relaciones. Con la conciencia más aguda que proviene de la meditación me he dado cuenta que los defectos de mis padres no fueron barreras intencionales, pero si factores limitantes que tal vez a veces fueron controlables y a veces incontrolables por ellos. Es así que muchas veces me genera más empatía y agradecimiento hacia ellos por cualquier cosa que han hecho o pudieran hacer.”
Inspirado por las conversaciones de sabiduría de Gurudev Sri Sri Ravi Shankar
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