El cuerpo humano contiene diferentes chakras o puntos de energía. El chakra de raíz, a la altura del sacro, contiene el elemento fuego. Por ejemplo, cuando una persona se alimenta, el cerebro envía señales y algunas enzimas se crean en el cuerpo. El Soma es aquel fluido de enfriamiento que se genera en la parte superior del chakra, a fin de mantener el equilibrio.
La vida es una combinación de Soma y fuego, frío y calor.
El elemento fuego está presente en el Muladhara chakra (raíz), Swadisthana chakra (a la altura de los órganos reproductores), Manipura chakra (zona del estómago) y a veces también en el Anahata chakra (corazón y pulmones). Es común sentir una llama que quema a la altura del corazón. Por lo tanto, en estos cuatro chakras inferiores el elemento fuego es dominante. Y en los tres chakras superiores predomina el elemento refrigerante.
Se dice que el tercer ojo que está relacionado con la ira tiene presente al elemento fuego. Nunca decimos que tenemos sensación de fuego en la garganta, pero cuando nos sentimos tristes o muy agradecidos, la garganta puede cerrarse produciendo sensación de ahogo.
El Somas es el líquido que se libera desde el cerebro y que fluye hacia abajo por el cuerpo, mientras que el elemento fuego se dirige hacia arriba desde los chakras inferiores. Ambos se unen en el chakra Anahata (corazón) y eso es lo que se llama Agniṣṭoma. Es la esencia de los Vedas, el equilibrio entre el calor y el frío, lo cual propicia un balance positivo.
Basado en las enseñanzas de Gurudev Sri Sri Ravi Shankar.