“En los viejos tiempos, Guruji decía: ‘¿Acaso no es nuestro ashram tan bello y verde?’ Yo era abogada, ¡muy lógica y a la vez, una nuez dura de pelar! ¡Lo único verde que podía ver eran unos cuantos árboles de papaya!. Nuestros paseos con Guruji terminaban invariablemente en la cima de la colina donde hoy se levanta Sumeru Mantap.
Él miraba a la distancia, luego, hacia debajo de la colina y nos dijo: ‘Algún día toda esta colina va a estar cubierta por miles de personas. Habrá un anfiteatro y yo no podré ni caminar porque habrá una gran multitud. Tendremos pantallas para proyectar todo.’… ¡Yo me preguntaba cómo todo eso iba a ser posible! La idea demultitudes de personas parecía incomprensible en esa época. Pero hoy, viendo la multitud que ocupa el anfiteatro fuera de Vishalakshi Mantap, me doy cuenta que, sin que nosotros lo supiéramos, se estaba construyendo la plataforma para el crecimiento fenomenal del Arte de Vivir…
Hoy, cuando miro hacia atrás y recuerdo esos paseos por el Ashram con Guruji, recuerdo con asombro su tranquila pero resuelta declaración: Todo está listo.’”
– Rajshree Patel, docente, El Arte de Vivir