"El om es la primera vibración del sonido, y el sonido es la primera vibración de lo absoluto. Todos los mantras comienzan con el om", dicen las antiguas escrituras védicas del Oriente. La práctica de cantar el om sólo estaba relacionada con los ámbitos espirituales, pero en el último tiempo grupos y solistas toman como base los antiguos mantras para crear un cuerpo de canciones que salen del círculo esotérico y se transforman en una banda de sonido más cotidiana, que resuena en discos y conciertos, al alcance de todos.
"Quiero que los mantras los canten los colectiveros", dice el líder del grupo Indra, Ignacio Escribano, que formó esta agrupación cuyo repertorio son mantras y bajams que tienen más de veinte mil años de antigüedad. En Niranjana , su primer disco, que presentarán mañana en el ND/Ateneo, el grupo ofrece composiciones propias y mantras tradicionales en sánscrito.
"Somos una banda que busca popularizar mantras en un estilo pop, world music y ritmos latinoamericanos. Hacemos distintos géneros porque el objetivo es que estos cantos, que tienen más de veinte mil años de antigüedad, salgan del circuito de los cantos devocionales, poder aggiornarlos a la música que nos gusta", reconoce el cantante y guitarrista.
En el repertorio de Indra quedan en evidencia las influencias de los Beatles en el tema "Sgt. Shiva", la bossa nova en "Gowri Priya" o los ritmos folklóricos en "Che gurú". Su misión no es caprichosa. Escribano parece haber encontrado una síntesis que integra su búsqueda musical y espiritual. "Hace once años comencé a cantar mantras, pero siempre lo hacía en contextos de ashram , pero hace un tiempo sentí la necesidad de difundirlos y llevarlos a toda la gente y que trasciendan los ámbitos espirituales, que los pasen en las radios comerciales y que el taxista que está diez horas manejando se pase cantando los mantras para sentirse mejor."
La alta vibración de los mantras cambia el estado habitual de las personas y las libera de los problemas que suele crear la mente. "El efecto de los mantras es increíble -sostiene Ignacio-. Tenés energía, estás más contento, lográs que la mente pare su parloteo y bajás de la mente al corazón. Es como salirse del lado lógico-intelectual y pasar al otro lado, más sensitivo. El objetivo de los mantras es ir más profundo en los silencios, que la mente esté más calma."
La vibración que generan los mantras y las canciones de Indra invitan al espectador a entrar en otra frecuencia. "Cuando se cantan mantras en grupo lo más importante no es el significado de lo que dicen sino la vibración del sonido que se produce. Al cantar en grupo cada persona entona lo mismo, una melodía, un ritmo o un sonido en particular, y las mentes se hacen uno. Es como volver a las raíces, a la fuente."
La vibración sonora de los mantras también repercute en los músicos de su banda. "Uno de los grandes trabajos fue armar una banda que esté en el palo y entienda este camino aunque no lo practique. Soy instructor en El Arte de Vivir y alguno de los integrantes medita y respira con frecuencia. También están otros músicos profesionales que viven con respeto nuestra filosofía, y en los shows se dan cuenta de los efectos que producen los mantras. Pero no hay que estar en un camino espiritual para hacer esta música o ir a escucharla."
El músico y compositor, que comienza una gira por ciudades como Mendoza, Córdoba, Rosario, La Plata, Mar del Plata, Uruguay, Chile, Paraguay, España y Estados Unidos, busca generar conciertos diferentes. "Los conciertos sirven para difundir estos mantras fusionados con otras músicas, porque todos nosotros escuchamos cosas muy diferentes, y lograr que sean reuniones libres de humo, droga y alcohol. Que la gente sepa que se pueda celebrar un concierto sin intoxicarse con nada que le haga daño, sobre todo a los jóvenes. Te aseguro que cuando se canta un mantra es algo muy poderoso en la gente y en sus mentes."