Con una red internacional de voluntarios, El Arte de Vivir ha sido capaz de llegar a zonas de desastres en todo el mundo, brindando sosiego físico y mental y suministrando recursos materiales. A través de esta red El Arte de Vivir se ha establecido como uno de los soportes vitales en programas de rehabilitación y desastres alrededor de todo el mundo.
Desde extensos periodos de rehabilitación en las áreas afectadas por el tsunami de Asia hasta el terremoto en Gujarat, los voluntarios del Arte de Vivir han arriesgado su seguridad para atender las necesidades mentales, emocionales y materiales de las victimas de desastres naturales o creados por el hombre.
El Arte de Vivir conjunto con sus organizaciones hermanas, La Asociación Internacional para los Valores Humanos y Vyakti Vikas Kendra India (VVKI), han asumido la responsabilidad de sanar las heridas que la violencia y otros desastres naturales han dejado en nuestra sociedad. Guiados por Sri Sri, desarrollaron un modelo efectivo y dinámico de tres etapas que responde a los desastres de emergencia.
Ayuda Material Inmediata y Servicio
Proveer servicios de emergencia y los suministros necesarios después de una calamidad, que incluye comida, ropa, medicamentos y refugios. Doctores, consejeros y otros expertos que trabajan los aspectos físicos y mentales de las victimas, parte integral de un esfuerzo de alivio inmediato.
Ayuda en el Trauma a Corto Plazo.
Para los sobrevivientes de estos desastres, quienes han experimentado un severo trauma físico y emocional, la ayuda material no es suficiente. Aliviar el trauma y ayudarlos a reestablecer sus vidas es esencial. Los estudios sobre los Programas de Ayuda en el Trauma, hechos sobre los grandes grupos de sobrevivientes del Tsunami del sudeste de Asia mostraron un significativo alivio para el estrés postraumático en sólo cuatro días.
Rehabilitación de Largo Plazo
El verdadero alivio puede sólo ocurrir cuando los sobrevivientes a un desastre están completamente rehabilitados desde el punto de vista físico, emocional, social y poseen medios sostenibles para ganarse la vida. Para lograr esto, los voluntarios trabajan en los pueblos y con las comunidades locales, construyendo casas, sistemas sanitarios, calles, escuelas, centros vocacionales de entrenamiento y otras infraestructuras necesarias.