Ojos cerrados, espalda derecha, manos sobre tu regazo apuntando hacia arriba, una suave sonrisa en tus labios, y un aura de paz ¿Acaso esta imagen se aparece en tu mente cuando imaginas a alguien meditando?
Pero ¿por qué sólo imaginarlo? ¿Por qué no experimentar esta verdadera paz interior en primera persona? Puedes hacerlo ahora mismo. Simplemente, lee los siguientes consejos que te ayudarán a iniciar tu meditación.
#1 Elige un horario conveniente
La meditación es esencialmente un momento de relajación, por lo cual debería estar hecho a tu conveniencia. Entonces, elije un momento en el que sepas que no serás interrumpido y te sientas libre de relajarte y disfrutar.
Al amanecr y al atardecer, es decir, durante la transición natural entre el día y la noche, es el momento ideal para esta práctica.
#2 Elige un lugar tranquilo
Así como elegiste un horario conveniente, elije un lugar en el que no sea probable que te molesten. Si a tu alrededor, el espacio es tranquilo y pacífico, podrás hacer de tu meditación una experiencia más disfrutable y relajante. Eso es lo ideal, si no lee nuestra nota sobre: Cómo meditar en lugares ruidosos.
Siéntate cómodamente
Tu postura también hace la diferencia. Asegúrate de estar relajado, cómodo y quieto.
Siéntate derecho con tu columna erguida; mantén tus hombros y cuello relajados, y tus ojos cerrados durante el proceso.
Es un mito muy común creer que debes sentarte en postura del loto para meditar.
#4 Estómago vacío
Un buen momento para meditar es antes de las comidas.
Si meditas luego de comer, puede que te quedes dormido. Sin embargo, no te fuerces a ti mismo a meditar si tienes mucha hambre, ya que quizás te parezca difícil debido a esto o te pases toda la meditación pensando en comida. Esta puede ser una de las razones por la que tu meditación no está funcionando. En ese caso, puedes meditar luego de dos horas de haber comido.
#5 Comienza con algunos ejercicios de calentamiento
Hacer actividad física o ejercicios de yoga antes de sentarte a meditar, ayudan a la buena circulación, te quitan la inercia y la agitación y hacen que tu cuerpo se sienta más liviano.
De esta manera, serás capaz de sentarte quieto por un tiempo más largo.
# 6 Toma algunas respiraciones profundas
Respiraciones largas y profundas son la preparación para meditar fácilmente. Las inspiraciones y expiraciones profundas, así como también hacer Nadi Shodhana Pranayama (respiración de las fosas alternadas) es siempre una buena idea.
Esta práctica te ayuda a aquietar el ritmo de la respiración y lleva a la mente a un estado pacífico y meditativo.
#7 Mantén una suave sonrisa en tu rostro
Podrás notar la diferencia.
Una suave sonrisa a lo largo de la meditación te mantiene relajado, pacífico e intensifica tu meditación.
#8 Abre tus ojos lenta y gradualmente
Cuando te acerques al final de la meditación, no te
apures a abrir tus ojos y empezar a moverte.
Abre tus ojos lenta y gradualmente y tomate el tiempo necesario para tomar conciencia de ti mismo y el ambiente.
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