Miras fijamente el papel en blanco. O no viene nada a tu mente, o hay una acumulación de pensamientos, y ¡no sabes por dónde empezar! Otras veces, sabes qué escribir, pero las palabras adecuadas no aparecen en la mente. Bien, no estás solo; hasta los mejores escritores enfrentan estas situaciones, y no es necesario entrar en pánico.
¿Escribiendo bajo presión?
Escribir no es una tarea cualquiera. Usualmente requiere mucha investigación, asimilación y una mezcla de ideas, hasta que finalmente se concreta el acto de escribir. Para poder liberar mejor la creatividad, a cualquier escritor le encantaría disponer de un tiempo infinito. Pero eso significaría vivir en un mundo utópico en esta era que es como una olla a presión. Los ensayos de la universidad, las historias, las disertaciones, los artículos – ¡todos tienen un límite de palabras y una fecha de entrega!
Pero eso no significa que debamos conformarnos con un trabajo mediocre. Lo mejor todavía está por producirse, con la ayuda de la meditación. La práctica regular nos permite llegar fácilmente a un estado calmo de la mente, a pesar de la creciente presión. Este estado relajado provee la misma expandida sensación que la disponibilidad de un tiempo infinito. Y a partir de esta sensación de expansión, conseguimos la energía y el foco para escribir mejor.
Consejo: Cuando estés presionado por el tiempo, asegúrate de tomarte 20 minutos para meditar. Será como sumar horas a tu día, aumentando tu foco y estimulando tu productividad.
Exprésate mejor
Todo escritor afronta tiempos en los que nada parece surgir. ¿Qué hacer, entonces? Ese puede ser el momento en puedes usar tu reserva de cosas sorprendentes que hayas observado en alguna oportunidad – el nombre de un árbol al final de un sendero, una fila de hormigas, la idiosincrasia de personas diferentes.
Como escritores, nada nos pasa desapercibido. Ahora bien, para expresar eso bien, necesitamos observar y percibir adecuadamente. Todos aquellos que tienen experiencia en meditación, poseen un elevado sentido de percepción.
“La percepción, la observación y la expresión – estos tres aspectos que son integrales a cualquier ejercicio, pueden florecer cuando tu mente está bien descansada. Y la meditación produce un descanso profundo.” – Gurudev Sri Sri Ravi Shankar
Consejo: En esos tiempos en que nada parece fluir, sólo medita y observa las ideas creativas que llegan a ti, sin esfuerzo. Deja que esas ideas se filtren en lo que escribes, haciéndolo fascinante y evocador.
Como escritores, es natural que, algunas veces, nos comparemos con otros autores Algunas de las producciones pueden ser mejores que otras; otras veces, no lo son. Pero lo que importa más es que, en esta carrera, nunca nos sintamos desmotivados. Como alguien que medita, encontrarás más fácil mantener tu espíritu alto. Puede haber ocasiones en que te sientas decaído, pero unos pocos minutos de meditación te energizarán.
Consejo: Cada escritor debe tener su propio estilo. Medita y descubre tu único estilo y asi prevenir comparaciones.
Cuando has experimentado el éxito, y has establecido un nivel en tu producción escrita, puede haber una presión constante para mantener ese nivel. También se da posibilidad de que sientas el fracaso en algunos textos. Pero no te preocupes – debes saber que, si aprendes de él, ese fracaso sólo te conduce a otro éxito.
Consejo: El éxito después del fracaso, el fracaso después del éxito – éste es el ciclo de la vida, pero tendemos a olvidarlo cuando sentimos que hemos fallado. Despiérta, y recuérdate a ti mismo que ese fracaso no es permanente.
Cierra los ojos y conéctate
La mayor parte de la literatura clásica, o las novelas famosas, son leídas por la gente alrededor del mundo, incluso hasta cientos de años más tarde. A pesar de que el contexto, los personajes, los sucesos o los pensamientos parecen ser diferentes superficialmente, hay un nivel más sutil en el tema que lo hace universal. Pulsan cuerdas que tienen que ver con la naturaleza humana. Por lo tanto, los lectores pueden conectarse con ellos, a pesar de las varias diferencias. Cuando se les pregunta, estos famosos escritores dicen que lo que escribieron, simplemente vino a ellos.
Pero, ¿de dónde viene? La meditación nos ayuda a aprovechar esa fuente. Nuestra mente está perpetuamente vagando por el mundo exterior; sin embargo, durante la meditación, cerramos nuestros ojos y nos acercamos al Ser. Y sólo cuando estamos cerca, podemos escuchar esa fuente. Aquello que se escribe a partir de ese espacio, es universalmente interesante, porque todos estamos conectados con esa fuente.
“Escribir solía ser un proceso altamente racional en mí. Esa escritura, aunque precisa, era carente de emociones, y por lo tanto, incapaz de conectarse con la gente”, dice Hari Ram Narayanan, un escritor de Chennai. El añade: “Cuando comencé a meditar, fui capaz de conectarme con un espacio subconsciente, y pude lograr un impacto más profundo en los lectores. Y crear se volvió más disfrutable y con menor esfuerzo.”
Nota: Esto no significa que debemos evitar la investigación. Como escritores, todos sabemos cuán importante es hacer los deberes antes de escribir cualquier historia, porque nos ayuda a comprender mejor el tema y, por lo tanto, a producir un mejor trabajo.
Entonces, ¡medita y sigue escribiendo!
Inspirado en las charlas de sabiduría de Gurudev Sri Sri Ravi Shankar