Haz de tu casa la casa de Dios, y habrá luz, amor y abundancia.
Haz de tu cuerpo la morada de Dios, y habrá paz y dicha.
Siente tu mente como un juguete de Dios, y observarás y disfrutarás de todos sus juegos.
Ve este mundo como un juego y con como una proyección para Dios mismo, y reposarás en el Ser Unico.
Las bendiciones pueden llegar a ti en varias formas:
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Si eres generoso, las bendiciones llegan a ti como abundancia.
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Si trabajas esforzadamente, las bendiciones llegan a ti como felicidad.
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Si eres perezoso, ¡las bendiciones te llegan como trabajo duro! (risas)
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Si eres amante del placer, las bendiciones llegan a ti con desapasionamiento.
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Si eres desapasionado, las bendiciones te llegan como conocimiento del Ser.