Pareciera que la fe y el estado de alerta fueran completamente opuestos en la naturaleza. Cuando estás alerta, por lo general, no hay fe, y te sientes inquieto e inseguro. Cuando hay fe, la mente está segura y calma, y no estás alerta.
Hay tres tipos de fe:
La fe tamásica causada por la indolencia. Como cuando no quieres tomar responsabilidades o acciones, y dices: “¡Oh, no importa, de todos modos Dios se encargará de todas estas cosas! (risas)
La fe rajásica que es inducida por compulsión interna de deseos y ambición. La ambición mantiene viva la fe.
La fe sátvica es inocente y nace de la plenitud de la consciencia.
Fe y atención, aunque aparentemente opuestas en la naturaleza, son en realidad complementarias uno con otro. Cuando la fe está ausente, no puede haber crecimiento, y no puede hacer comprensión sin estar alerta. La fe puede volverte complaciente. El estar alerta te pone tenso.
Si no hay fe, hay temor. Y cuando no hay atención, uno no puede percibir o expresarse adecuadamente. Es esencial la combinación de ambas.
En Gyana (estado de sabiduría), hay estado de alerta sin tensión, y fe sin complacencia. El propósito de la educación debería ser remover el elemento de indolencia de la fe y el elemento de temor del estado de atención. Esta es una combinación única y rara. ¡Si tienes fe y estás alerta al mismo tiempo, te convertirás en un verdadero Gyani (un Sabio)!