¿Cómo hacer esta postura?
1. Acostate boca abajo con los piernas derechas, juntas, delicadamente tocándose entre sí. Los dedos de los pies se encuentran derechos sobre el suelo.
2. Inhalá y levantá la pierna derecha manteniéndola recta sin girar o torcer la cadera.
3. Mantené la postura por unos segundos y continuá respirando. Luego exhalá y llevá la pierna derecha al suelo.
4. Repetí la secuencia con la pierna izquierda.
5. Ahora ubicá el dedo pulgar de cada mano sobre la palma correspondiente y abrazá el pulgar con el resto de los dedos formando un puño en cada mano; luego llevá las manos hacia la región que está entre el abdomen y los genitales. Subí ambas piernas al mismo tiempo hasta donde puedas. Las piernas y rodillas permanecen juntas y estiradas.
6. Mantené la postura por unos segundos; continuá respirando. Luego exhalá y llevá al mismo tiempo ambas piernas al suelo.
7. Retirá las manos y descansá.
Beneficios:
• Incrementa la flexibilidad y fuerza en la espalda.
• Fortalece los hombros y brazos.
• Tonifica los músculos alrededor del cuello y los hombros.
• Masajea y tonifica los órganos abdominales, mejora la digestión.
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