El hombre tiende a poseer cosas. Cuando posee algo pequeño, su mente le dice que es pequeño, su vida se ahoga y su conciencia entera está inmersa en su casa, su auto, su esposa, sus hijos y así. Una persona en retiro deja su casa y se va lejos. Allí también posee sus asanas, su rosario, sus libros, sus conceptos y su conocimiento.
La posesión simplemente se ha desplazado desde los objetos y las personas, a las ideas y a las prácticas. Pero el sabio sabe que posee el sol, la luna, las estrellas, el aire, todo el espacio y la Divinidad en su totalidad. Cuando posees algo grande, entonces tu conciencia también se expande, y cuando posees algo pequeño, comienzan a surgir las emociones negativas, como la ira, la codicia, etc.
Me pregunto por qué la gente no se siente conectada con el sol. Toda la existencia de la vida depende del sol. Quizá es por la falta de conciencia que uno se rehúsa a admitirlo y a poseer la conexión con el macrocosmos en el universo. Los Rishis en la antigua India, los Nativos americanos y los aborígenes de todo el globo, han insistido que se puede sentir conexión con el sol, la luna y los puntos cardinales. Cuando posees algo magnánimo, tu conciencia también se vuelve magnánima.