Nancy y Anisha son mejores amigas. Son tan amigas que una sigue ciegamente a la otra. Un dia, Anisha tomo un curso de meditación. Naturalmente, Nancy también quiso empezar a meditar, pero su horario de trabajo chocaba con los horarios del curso. Inhabilitada de unirse a las clases, Nancy comenzó a observar como meditaba Anisha – sentada en silencio con los ojos cerrados por 20 minutos – eso es simple, pensó Nancy. Ella decidió probarlo también.
Día 1: Tan pronto como sus ojos se cerraron, empezó a planear las tareas que se suponía debía terminar en el día y en el día siguiente. El resultado: abrió los ojos sintiéndose decepcionada porque Anisha había dicho que te sentías maravilloso después de meditar. Pero ella solo sintió su mente más bombardeada con pensamientos que antes.
Día 4: Ella se sentó nuevamente luego de dos días, esperando conseguir ese “sentirse maravillosa” hoy. El resultado: ella trato demasiado de lograr que la meditación suceda pero solo termino formando una cadena de pensamientos como siempre.
Día 6: Esta vez ella encontró una oportunidad solo después de una cena tarde a las 11.30 p.m. Su estomago lleno y mente cansada, empezó a quedarse dormida tan pronto como sus ojos se cerraron para la meditación. Al zumbido de la alarma 20 minutos después, ella salió (o más bien se despertó) de la meditación (léase siesta) con un comienzo. El resultado: se sintió insatisfecha y frustrada sobre porque su meditación no estaba funcionando. El resultado: abandonó la meditación después de eso.
¿Es tu experiencia similar a la de Nancy? ¿Te encontras usualmente a vos mismo diciendo “estoy meditando pero no siento ningún cambio todavía”?
Entendamos porque la meditación de Nancy puede no estar funcionando, como ella lo siente, y también su vuelta a las prácticas rápidamente.
#1: ¿Está Nancy siguiendo la técnica correctamente?
La técnica necesita ser aprendida correctamente en una clase de meditación formal con un profesor experimentado. Un instructor va a guiarte a través de la correcta técnica de meditación y también decirte los varios factores que pueden afectar la meditación (para que sepas exactamente porque tu meditación puede no estar funcionando)
#2: De la misma forma en que confías en Anisha, tene fe en las técnicas también.
Una vez que sabes la técnica correcta para meditar, es muy importante tener fe en la técnica – la fe en que la técnica es correcta, la fe en que la estoy realizando bien y la fe que en que va a mostrar resultados (tarde o temprano)
#3: Nancy debería haber demostrado más regularidad con sus prácticas.
Si te fijas, la meditación de Nancy fue bastante irregular. Empezo el primer día, se salteo dos días, retomo el cuarto día y perdió un día en el medio. Para que cualquier práctica muestre resultados, toma algún tiempo, paciencia y compromiso. Algunas veces meditar por tres días (como en el caso de Nancy), una semana o dos pueden hacernos pensar que nada esta ocurriendo aún. Sim embargo, este no suele ser el caso.
#4: Tal vez Nancy se estaba esforzando mucho para que sucediera.
La meditación es un suceso; ¡en realidad vos no necesitas hacer nada para que suceda! La ansiedad de hacer que la meditación suceda trae esfuerzo y estrés, lo cual, a su vez, puede resultar en una meditación no buena. A veces, la expectativa de una experiencia feliz en si se convierte en un problema, algunos pensamientos durante la meditación y puede interferir en la práctica.
Aleja todas las expectativas cuando te sientes a meditar. Acepta que cada día, cada experiencia puede no ser la misma. Podes tener una experiencia muy relajadora una vez y tal vez una “no muy buena” experiencia meditativa en otra oportunidad. ¡Esta bien! Solo relájate y sigue meditando.
#5: A las 11.30 p.m. Es hora de dormir, no de meditar.
Elegí tu hora de meditar cuidadosamente. Tiempo (solo toma 20 minutos). De acuerdo, la vida agitada de hoy no siempre permite meditar en los “momentos ideales” (mañana y noche) ¡pero tarde a la noche no es hora! En cambio, podes elegir un momento más cómodo durante el día – antes de almorzar o cenar y en las noches temprano es un ejemplo. También, puede que no sea una buena idea meditar con el estomago lleno porque quedarse dormido es más fácil. Es ideal meditar con el estómago vacío o liviano.
#6: ¿Estás comiendo bien?
Nuestros hábitos alimenticios juegan un rol fundamental, es decidir entre una buena y una no tan buena experiencia meditativa. Los dulces, comida picante, bebidas con cafeína, comidas chatarras o comidas no vegetarianas pueden afectar la calidad de tu meditación. Como bien, come sano y limpia tu forma para una experiencia meditativa feliz.
Así que la próxima vez que sientas “mi meditación no está funcionando”, revisa las seis razones y hace un chequeo rápido, ¿puede algunas de estas aplicarse a mí? Además, contactate con tu maestro siempre que tengas la necesidad, no importa si hiciste un curso o aprendido la técnica hace mucho tiempo atrás. El tiempo es ahora. Y si te decidís por meditar, que así sea. Relajate. ¡La meditación va a suceder!
Insipirado por las charlas de conocimiento de Gurudev Sri Sri Ravi Shankar.