Sabido es que los alimentos no sólo afectan el cuerpo físico, sino también la calidad mental. Así como la ciencia detectó que las nueces son buenas para el cerebro, la zanahoria para la visión y el limón para el hígado, por citar algunos ejemplos, cada alimento impacta en el cuerpo humano de una u otra manera. En definitiva, la dieta es un bastión importante para profundizar en las prácticas espirituales, como el yoga y la meditación, pues es capaz de incrementar la energía vital, nutrir al cuerpo y prevenir enfermedades o afecciones.
En primer lugar, toda dieta equilibrada debe contemplar el consumo de proteínas vegetales (legumbres de todo tipo y color), vegetales crudos y cocidos, frutas frescas y secas, cereales y semillas.
La buena masticación y la moderación de las raciones constituyen otro aspecto clave para lograr un cuerpo libre de enfermedad y una mente clara. Además, es preferible consumir los alimentos dentro de las cuatro horas posteriores a su cocción y cocinar en un ambiente armónico y agradable.
La ciencia del Ayurveda, la medicina milenaria de la India, aconseja para el practicante de yoga una dieta balanceada y sana, la cual aporta más energía y se digiere en menos tiempo que las carnes.
30% DE HIDRATOS DE CARBONO: la principal fuente de energía está presente en los azúcares contenidos en verduras, frutas, miel y legumbres, y en los almidones ligados a las fibras (cereales). Es importante moler los cereales al momento de consumirlos para que los granos liberen su mayor aporte nutricional.
30% DE PROTEINAS: las legumbres son alimentos de alto valor proteico. Combinadas con cereales, las proteínas se potencian. El tofu o queso de soja representa una opción rica en calcio, hierro, fósforo, sodio, potasio y vitaminas A, B y E.
30% DE MINERALES Y VITAMINAS: las frutas, tanto secas como frescas, y sus jugos aportan minerales, fibras y vitaminas revitalizantes. Contienen sustancias alcalinas que limpian la sangre. Las hortalizas poseen minerales, vitaminas y fibras de gran valor.
10% DE GRASAS: constituyen una fuente concentrada de energía y resultan indispensables para absorber las vitaminas A, D y E. Siempre es preferible elegir grasas de origen vegetal. Se recomienda el uso de ghee o manteca clarificada, un alimento que incrementa la longevidad y la memoria, además de darles un exquisito sabor a las comidas.