Lo que hay que recordar en todo momento es lo siguiente: “Hay alguien que me ama mucho y está cuidando de mí en todo momento. Él no puede estar sin mí y es capaz de eliminar cualquier falta que tengo”. Saber esto trae tanta alegría a tu vida.
La fe te vuelve ilimitado e imparable
Un niño recién nacido no es capaz de hacer muchas cosas por sí mismo hasta que alcanza los 5 ó 10 años de edad. Hasta entonces es dependiente de otros para saciar muchas de sus necesidades. De la misma manera, cuando envejecemos y llegamos a los 70 u 80 años, nos volvemos dependientes de quienes nos rodean.
Sólo en este lapso intermedio en nuestras vidas somos capaces de hacer algo. Y en ese período podemos hacer sólo lo que nuestras capacidades nos permitan.
Lo que estás haciendo ahora es algo que no vas a poder hacer bien de aquí a 20 años. Así que todos somos dependientes del tiempo y de nuestras capacidades. Pero si recordamos que hay un poder supremo que nos pertenece completamente, que es capaz de satisfacer todas nuestras necesidades y que está con nosotros en todo momento, esta fuerte fe puede mantenernos felices siempre.
Cuando tengas fe, no te sentirás débil e inseguro durante la vejez, porque sabrás que hay alguien todopoderoso que está cuidándote y protegiéndote en todo momento. Así que con solo tener fe puedes ser muy feliz.
A medida que avanzamos en edad, nuestras fortalezas y capacidades disminuyen. Esto es natural. Ves muchas personas que, al envejecer, se vuelven abatidas e inseguras. Su rostro sólo refleja pesares y tristezas. Cuanto más envejecen, más infelices se vuelven. Pero para alguien que tiene una fe fuerte, esto no es así en absoluto. El devoto, cuanto más viejo se pone, más alegre y feliz se vuelve. Sonríe más y más, y es feliz en todo momento porque piensa: 'Oh, he visto todo. He conocido y comprendido todo. Estoy feliz y contento desde adentro. Y Dios está allí conmigo en todo momento para satisfacer todas mis necesidades'.
Con este profundo sentimiento de fe, un devoto permanece feliz en toda ocasión.
Esto es algo que todos debemos recordar. Esta es la razón por la cual la espiritualidad es tan esencial en la vida. Ella trae felicidad, entusiasmo, intuición, autorrealización y el cumplimiento de todos los deseos.
Por Gurudev Sri Sri Ravi Shankar