¿Tienes un hijo pre-adolescente que te gustaría aprendiera algo de esto? Tal vez seas un padre o un tío o tía o abuelo y te gustaría encontrar la forma de apoyar al niño para que sea más feliz y sano. Algo muy especial que podemos compartir con los chicos es meditar con ellos.
Los padres ocupados pueden pensar que no es posible incluir una cosa más a su actual estresante día de actividades. Si supieras que haciendo esto podrías crear un vínculo más fuerte con tu hijo y alimentarlo de la forma en que ni la comida ni las actividades podrían, entonces buscarías darte el tiempo ¿no?
Tal vez sabes que meditar sería un beneficio en su niñez pero a ellos no les interesa tanto. Abajo encuentra algunos tips para que empiecen a hacerlo:
#1: Empieza Bien el Día
Meditación es como el desayuno para el cerebro. Un gran momento para hacerlo es después de despertar, antes de comer cuando el bullicio de la TV, amigos u otras distracciones no inician. Siéntate en la cama con tu niño y ambos respiren 5 veces lentamente y descansen 5 minutos observando mentalmente el ritmo natural de la respiración. Dile a tu niño que imagine una sonrisa esparciéndose por todo el cuerpo, a todo lo que estará dentro haciéndole compañía todo el día.
#2 Inyéctales Confianza
A los niños les gusta demostrar qué tan buenos son. Haz que demuesstren qué tan flexible es su cuerpo y enséñales y que te muestren como se sienta un yogui. Dales un pequeño reto como “Vamos a quedarnos quietos por 10 minutos sin movernos excepto nuestra respiración”. Cada nueva habilidad que aprendan les ayudará a a sentirse más seguros.
#3 Crea la Atmósfera Adecuada
Puedes hacer un lugar especial para estar juntos y llamarlo tu rincón de meditación. Enciende una vela, coloca flores y pon una fotografía que a ambos les guste. Haz el lugar cómodo y agradable.
#4 Respira Completamente
Checa si las fosas nasales derecha e izquierda funcionan con la misma intensidad o diferente. Haz inhalaciones ligeras y checa si ambas fosas están abiertas a la misma fuerza de entrada/salida de aire. TIP: No le busques significados de qué tanto están abiertas, sólo haz que se pregunten esto y que creen conciencia de ese funcionamiento de la nariz.
Si tu niño siente flojera o tiene poca energía, ¡hagan algunos rugidos como león!
Antes de dormir, motívalos para que descansen sus manos en el abdomen y respiren haciendo un zumbido. Alternativamente diles que canten OM bajito al exhalar. Encontrarán que ambas técnicas son muy relajantes.
#5 Deleita Los Sentidos
Los niños encuentran placer en los sentidos externos así que pídeles que describan olores y sonidos cuando empiezan a meditar entonces gradualmente guíalos hacia los pensamientos y sentimientos.
Utiliza los sentidos con flores, incienso y música. Pídeles sentir las telas de la ropa sobre su piel y la sensación del aire alrededor de ellos.
Haz que su tiempo juntos sea una aventura. Dile a tu niño que cierre los ojos y que encontraran una sorpresa en su interior. Dáles una de sus frutas favoritas para sentir, oler y saborear y después que la coman tan lentamente como sea posible tomando conciencia de cada detalle.
#6 Estimula La Imaginación
Díles una historia para que disminuya su actividad. Muchos niños son muy activos y les es imposible sentarse tranquilamente al empezar. Decirles una historia les hace usar su imaginación y les ayuda a enfocar su atención. Gradualmente puedes guiarlos a irse tranquilizando más.
Invita a sus amigos a unirse para cantar o sesiones cortas de meditación juntos. Haz una fiesta con algunos ritmos de baile de diferentes países o de música de yoga y entonces terminan con música más tranquila y sentándose unos minutos a meditar.
Recuerden el misterio y lo maravilloso del universo juntos. Salgan y acuéstense a ver el cielo o las hojas de los árboles o ver las estrellas en la noche. Al mismo tiempo pídele a tu chico sentir la respiración moverse entrando y saliendo en su cuerpo y preguntarse el misterio de la vida dentro de ellos.
The benefits are manifold:
Si tú y tu chico se toman tan sólo 15 minutos al día para alguna actividad física o yoga con algunas relajantes respiraciones profundas y una meditación corta, ambos se sentirán calmados y centrados. La relación que se crea será más fuerte y tu niño entrará a la adolescencia con la confianza de navegar en los retos que vienen por delante.
Inspirado en las pláticas de sabiduria de Gurudev Sri Sri Ravi Shankar
Por Janette Scott