¿Cómo hacer esta postura?
Acostate boca arriba con los pies juntos y las manos relajadas a los costados del cuerpo.
Colocá las manos debajo de tus caderas con las palmas tocando el piso. Los codos deben estar bien cerca el uno del otro.
Inhalá y llevá la región de la corona de la cabeza hacia atrás hasta tocar el suelo. Levantá el pecho.
Con la cabeza delicadamente tocando el suelo, presioná los codos con firmeza hacia la tierra; llevá el peso del cuerpo a los codos y no a tu cabeza. Levantá el pecho desde el centro de los omóplatos. Presioná los muslos y piernas contra el suelo.
Mientras mantenés la postura, relajate y no te olvides de respirar.
Suavemente mové la cabeza hacia adelante, bajá el pecho y descansá la cabeza y el cuello sobre el suelo. Los brazos quedan a los costados del cuerpo.
Beneficios:
• Estira el pecho y el cuello.
• Ayuda a aliviar la tensión en el cuello y hombros.
• A través de la respiración profunda proporciona alivio a problemas respiratorios.
• Tonifica las glándulas paratiroides, pituitaria y pineal.
Contraindicaciones:
• Presión alta o baja, migraña, lesiones en la parte inferior de la espalda y cuello.
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